Después del alumbramiento y musicalidad, de
nuestras hijas, nuestro amigo y
pediatra el doctor
Héctor Páez Romero nos remitió al doctor
Emilio Yunis,
genetista quien además de su
diagnóstico, se pronunció:
-El síndrome no tiene cura y se
ignora su causa,
no hay tratamiento, ni medicina-.
no hay tratamiento, ni medicina-.
Amablemente se dirigió a
Jairo y explicó:
“Es como cuando al sacar tu carro del
garaje te chocan o chocas. Así de sencillo,
un accidente en la vida de
los tres”...
Intuí que trataba de dar confianza a nuestro asombro,
se esforzaba para que entendiéramos que no había
respuesta. A nuestro silencio y expectante
inmovilidad, nos dijo:
“Posiblemente la niña no tenga el Síndrome de
Down, pero yo debo colocarla dentro de un grupo
determinado”.
A 2016, asumo que quería consolarnos.
A 2016, asumo que quería consolarnos.
Esta desconcertante y dolorosa situación,
antes de saber lo que es el "Canto a la Vida",
solo la viven los padres.
solo la viven los padres.
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