Ya he comentado que ambas niñas fueron prematuras,
pero no he
explicado que ni el pediatra, ni el obstetra,
se dieron cuenta que la gestación
de la una y la
otra era diferente, ocho meses para Sarita y seis
para Susana… Al nacimiento, los médicos decían
que era un parto de ocho
meses.
Difícil creer a una madre argumentos que podían
esclarecer el caso atípico, por lo tanto callé. Los
especialistas estaban pendientes del riesgo del
esclarecer el caso atípico, por lo tanto callé. Los
especialistas estaban pendientes del riesgo del
parto y
consecuencias para las tres y no de mis
Ahí…Fue cuando DIOS amoroso, cuidando de Susana,
accedió a mi
capricho de conceder mi solicitud de:
“como estaba buscando otro hijito,
me gustaría que fuera como
él”.
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