La única realidad a esa época, era aceptar a nuestra
bebita a quien no se le besó… se le hizo una tácita
pregunta que quedó sin respuesta. La niña no
percibiría la angustia y el desconcierto míos.
Necesitaba ser alimentada, más que ello, protegida
y amada.
bebita a quien no se le besó… se le hizo una tácita
pregunta que quedó sin respuesta. La niña no
percibiría la angustia y el desconcierto míos.
Necesitaba ser alimentada, más que ello, protegida
y amada.
En nuestro caso específico, ninguno de los
miembros de las familias mayores comentaba
al respecto, se limitaron a demostrar amor
y consentimiento al bebé; hacia nosotros,
respeto y frases de apoyo, que fuimos
miembros de las familias mayores comentaba
al respecto, se limitaron a demostrar amor
y consentimiento al bebé; hacia nosotros,
respeto y frases de apoyo, que fuimos
comprendiendo eran “pañitos de agua tibia"
o "baños de agua rosada…”
o "baños de agua rosada…”
De vez en cuando, había una que
otra palabra
de ánimo por parte de mi madre.
Con todo y la confusión…concluimos que la
aceptación del hijo con amor, motivación constante,
estimulación sincera y educación temprana, son las
mejores vías para que sean atendidas sus
necesidades y
respetados sus derechos.
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