Apoyo a las consecuencias
Cuando se recibe la noticia de que tenemos un niño con Síndrome de Down estas tres palabras nos llenan de confusión y miedo.
El primer paso es preguntar que significa?
Conocido el síndrome de un extra cromosoma (47), no culparse ninguno de los esposos; no actuar a la ligera; uno de los dos es responsable, pero no importa saber quién, ambos son sus padres.
El síndrome no tiene cura y se ignora su causa. No hay tratamiento, ni medicina, es como:
“Cuando al sacar tu carro del garaje te chocan o chocas, es así de sencillo: “Un accidente en la vida de los tres”. Respuesta que escuché del genetista, Emilio Yunis.
Gastar dinero en obtener otras respuestas es inútil, lo mejor es aceptar el reto y dar a su hijo todas las oportunidades tempranas de asistencia en general.
No olviden que están acompañados de sentimientos, temores, pensamientos y un enorme interrogante que nadie les podrá resolver.
Salgan de esta desconcertante situación y reaccionen, porque en el salón pediátrico hay un bebé que ignora quién es, no sabe que experiencia viven sus padres en ese momento. Es un niño con mayores necesidades que otros; no solo el hambre y el sueño, él necesita ser “aceptado”.
Ustedes no son los únicos que enfrentan esta experiencia, recuerden: esperar nueve meses con ilusiones y luego perderlas? NO.
A lo largo del tiempo, cuando vean crecer su niño, tornarán a ser mejores personas.
Los cambios de la familia son notorios y no busquen que su bebé se desarrolle como los demás hermanos, lo logrará, pero le tomará más tiempo.
Dir. Nal. DD. de Autor – Radicación 8050, 1996.