miércoles, 9 de mayo de 2018

LUMBRE EN LA TINIEBLA


Orar es una necesidad del alma

Después del sufrimiento y la reflexión de, “lo que pudo haber sido y no fue”… solo me quedas Tú! Oh DIOS… 
Sola no puedo; abre, por favor, Señor puertas para aliviar nuestra vida, en donde la motivación llegue a mi niña, el estímulo a sus actividades y la realización a sus sueños, -si los tiene-.
 
Lléname de tu gracia en la fortaleza espiritual que necesito 
para hacer  -todo bien- como Tú quieres, como Tú lo 
planeaste para la misión del tránsito fugaz de mi existencia.

Se agiganta la nebulosidad! Sálvame! Señor

Ayúdame a cumplirte, a obedecerte. 
Hazme dulce en la vida de quien más me necesite y como 
San Marcos de León, cuando tenga que defenderla.

No permitas que mi debilidad se estanque en la parálisis de 
mi acción. Permite que vuelva los ojos a Ti, aumente mi fe y 
no provoque un derrumbe en los sentimientos de mis hijos.

Se agiganta la nebulosidad! Sálvame! Señor

Que mi cuerpo sea sano y fuerte para amparar a Susana en 
el escaso tiempo de la tarde que abre la noche de mi ausencia.

Que tu presencia alimente la claridad de mis pensamientos 
para no dejar de lado la llama que colocaste en mi espíritu 
antes de que parta.

Se agiganta la nebulosidad! Sálvame! Señor

Llueva sobre mi ser tu Luz para que encarrile a Susana y no deje 
reto tan pesado a Jairo. Él se atiene a mis pocas y blandas 
intenciones, que han sido como la higuera que mandaste a cortar.


Que mis intentos no se tornen escondidos ni enterrados,
antes de conocer la luz del sol. 
Que germinen! Que los veas! Que no se resten tus bendiciones, 
antes de acogerlas.
¡Míranos Señor. Mírala a ella, su impotencia a reclamar, a exigir, 
a defenderse.

Se agiganta la nebulosidad! Sálvame! Señor

Gracias Señor. eres el Poderoso infinito que arreglas todo, de tal 
forma que le das gusto a tus hijos y hermanos.

Bendito y alabado seas, mi amado Jesús.

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