Orar es una necesidad del alma
Después
del sufrimiento y la reflexión de, “lo que pudo haber sido y no fue”… solo me
quedas Tú! Oh DIOS…
Sola no puedo; abre, por favor, Señor puertas para aliviar nuestra vida, en donde la motivación llegue a mi niña, el estímulo a sus
actividades y la realización a sus sueños, -si los tiene-.
Lléname
de tu gracia en la fortaleza espiritual que necesito
para hacer -todo bien- como Tú quieres, como Tú lo
planeaste para la misión del tránsito fugaz de mi existencia.
Se agiganta la nebulosidad!
Sálvame! Señor
Ayúdame
a cumplirte, a obedecerte.
Hazme dulce en la vida de quien más me necesite y como
San Marcos
de León, cuando tenga que defenderla.
No
permitas que mi debilidad se estanque en la parálisis de
mi acción. Permite que vuelva
los ojos a Ti, aumente mi fe y
no provoque un derrumbe en los sentimientos de
mis hijos.
Se agiganta la nebulosidad!
Sálvame! Señor
Que mi
cuerpo sea sano y fuerte para amparar a Susana en
el escaso tiempo de la tarde
que abre la noche de mi ausencia.
Que tu
presencia alimente la claridad de mis pensamientos
para no dejar de lado la llama que
colocaste en mi espíritu
antes de que parta.
Se agiganta la nebulosidad!
Sálvame! Señor
Llueva
sobre mi ser tu Luz para que encarrile a Susana y no deje
reto tan pesado a
Jairo. Él se atiene a mis pocas y blandas
intenciones, que han sido como la
higuera que mandaste a cortar.
Que mis
intentos no se tornen escondidos ni enterrados,
antes de conocer la luz del sol.
Que germinen! Que los veas! Que no se resten tus bendiciones,
antes de acogerlas.
¡Míranos Señor. Mírala a ella, su impotencia a reclamar, a exigir,
a
defenderse.
Se agiganta la nebulosidad!
Sálvame! Señor
Gracias Señor. eres el
Poderoso infinito que arreglas todo, de tal
forma que le das gusto a tus hijos
y hermanos.
Bendito
y alabado seas, mi amado Jesús.