sábado, 30 de julio de 2016

Los premios de la vida


Nuestra vida transcurría en la actividad del trabajo. 
Algunos domingos visitábamos los jardines del norte
de la ciudad, cuyo recorrido lo hacíamos en bicicleta. 
En el año 78 al ver a nuestro hijo de dos años 
jugando solo en el jardín de la casa, sentí la necesidad
de darle un hermano.

Entregados los resultados de prueba de embarazo, 
el doctor González dijo que había una gestación de
dos meses y medio, me sorprendí recordando las 
palabras de mi amiga bacterióloga, -“Creo que te 
van a decir que tienes un embarazo de unos 15 días, 
tomando los exámenes desde la última ovulación“. 

A mi asombro del tiempo de gestación, el doctor 
González, me pregunto qué pasa? Callé, lo que me 
importó para el momento fue haber confirmado el 
embarazo, en la dulce espera de otro hijo. 

No cupo la felicidad en mi ser, mi cuerpo vibraba, 
a los ritmos del corazón, porque cuando se pide un 
hijo y Dios lo da, solo la madre sabe la respuesta.  

Desde que entró la gestación de Susana, el embarazo 
se tornó no difícil, sino casi imposible de llevar a feliz 
término. Yo gozaba de excelente salud, practicaba 
natación y bicicleta, sin darme cuenta, había otro hijo 
en gestación, con antelación a la de Susana.
A los pocos días comenzó un delicado estado al 
que no se le dio importancia, estos síntomas, 
aparentemente normales los mitigaba la deliciosa 
complacencia  de que nuestra familia no quedaría 
de tres miembros. 

viernes, 22 de julio de 2016

Datos biográficos

Nació Susana el  14  de septiembre de 1979, en 
Bogotá. Sorprendió a su familia cuando el doctor 
les dijo: “Es una niña con Síndrome de Down”. 
En ese momento se ignoraba -qué hacer...
Respecto del desarrollo motriz, comienzo por 
decir que fue casi imposible alzarla en brazos 
acunarla. Mi bebita frecuentemente hacía un 
movimiento, por el aire, para regresar a su 
estado, “fetal”, que NO TUVO.
A la época, el  desconocimiento del síndrome 
en el país y la ausencia de personal capacitado 
era inminente, así nació el “Sistema Educativo 
través de la Recreación”, que está basado 
en nuestras propias vivencias, observados los 
resultados y actualizados sus logros.
En 1995 Supe que la práctica proporcionada 
Susana en familia, era favorable, entonces 
quisimos compartir nuestra experiencia, 
después de descubrir que para nuestra hija 
fue utópico recibir ayuda y muy poca solidaridad. 

martes, 19 de julio de 2016

PURO AMOR…

Atrevídamente voy a hacer un paralelo 
entre lo que se nos da y lo que 
desaprovechamos.

Pasamos por este único universo sin 
descubrir a Dios. Sin dejarle actuar 
como nuestro PADRE. 
Nos lo ha dado todo, desde la vida 
misma hasta la Vida Eterna; no 
asimilamos que todo, absolutamente 
todo es una inmerecida generosidad 
del Creador hacia nosotros.

ÉL, Dios, también atendió a mis 
caprichos de mujer.
Buscábamos un hermano 
para mi hijo, a
mis ilusiones 
de madre, me 
concedió dos niñas. 
Después de este corto destape de mi alma, 
daré un poco de orden…  
Antes del nacimiento de Susana había 
visto solamente dos casos de niños con 
Síndrome de Down, con la ignorancia de 
saberlo, asumí que eran niños especiales… 

El primero fue al frente del colegio en 
dónde trabajaba. Una joven señora 
sostenía en sus brazos un bebé y pensé, 
es un “niño especial”. 
El segundo, se presentó en el Centro 
Comercial Unicentro, vi un pequeño 
de unos tres años; su hermosa carita 
y  facciones llamaron mi atención, 
parecíanme extrañas, me detuve 
por unos minutos y me dije: 
“me gustaría tener un niño como él”. 
Dios accedió a mi solicitud!
AMOR PURO…  

lunes, 11 de julio de 2016

BUENAS INTENCIONES

Deseamos que nuestra experiencia sirva de apoyo 
constante a familias y niños del Síndrome de Down.
Nuestro testimonio explica 
“que no es fácil en principio”; 
algunas familias tienden a no admitir 
las limitaciones del niño, lo cual muestra 
tácitamente, la no aceptación del síndrome, 
dan a entender que “su hijo” tiene grandes 
oportunidades, logros y desempeños, lo 
que hace difícil la comunicación; 
percibo inconstancia en el intento por 
descubrir experiencias nuevas, 
diferentes, algunos padres prefieren 
tomar distancia.
Otras familias hacen comparaciones, 
por tanto, cada hogar debe superar su 
caso en particular y fortalecer a su hijo 
con la calidad de vida que debe y pueda 
proporcionar su entorno. 
Cualquier esfuerzo es pequeño, corto, beneficioso 
y útil con lo que se le tiene que dar.