martes, 22 de noviembre de 2011

Las frases no fueron leídas...

Cuando una niña con Síndrome de Down no puede leer texto

Los pensamientos salen del corazón o del alma y quedan en la historia.

Solo Dios está ahí, iluminando con su Luz.

Te convertiste en el reto de vida.
Ayer comprendí cuan difícil es no poder desatar palabra, idea, pensamiento claro, de lo que se  tiene en la mente...
Incipiente, supe la  necesidad de expresar mis pensamientos y sentir  un  nudo en la garganta, un temor por fallar, un sentimiento de vergüenza al ridículo.

Aunque nunca puedas leer ésta, aunque jamás pudieras comprender lo que estoy viviendo, el día que no me angustie al dictar una clase con el nuevo sistema, el día que el temor para pronunciar las inglesas palabras llegue,  tú serás el trofeo!

Vuelves a convertirte en la razón de muchas de mis actividades y aptitudes.

Hace l9 años, 8 meses, 5 días alumbraste mi vida! Dios dispuso que trajera a una niña como tú... -32 años a 2011-
 Mi desconcertada alma confundió mis sentimientos de madre.  Me era difícil establecer qué había sucedido!  Qué había fallado.

La ignorancia al respecto afianzó mis deseos de vivir y empecé a estudiar y profundizar lo que llegara, a través de la correspondencia que recibía de España y los Estados Unidos, de entidades dedicadas al Síndrome de Down.

Resolví llevarte al campo, en donde, totalmente mamá pudiera sacarte adelante! Fuiste la razón para abrir el jardín rural La Veredita, con la necesidad de proporcionarte una educación escolar.

La alumna más pequeña de Chiquitines, fuiste tú.
La única estudiante con Síndrome de Down en los jardines infantiles 
deTres Ositos, Mi Casita y el Liceo San Marcos.
Por tus progresos interpersonales y el desarrollo en socialización, solicitamos, tímidamente, tu entrada al colegio Principado de Mónaco. 

Qué hermosa ¡experiencia! 

Allí, simbólicamente terminaste tu primaria, después de cuatro estables 
y tranquilos años.
Mi esperanza terminó en todo intento del desarrollo de lenguaje, 
ese arte de leer y escribir texto...

Sabemos que fue utópico, imposible. 
Jamás podrías superar esta “limitación", que a ese tiempo nosotros 
ignorábamos y que hoy aceptamos, tratando de comprender tu comunicación verbal.

De todo aprendiste y nosotros felices.

Eres la excepcional niña que puede trabajar, aunque no haya oportunidades.

Atraes el respeto y aprecio por la integridad de tu comportamiento.  

Pagan por la eficiencia de lo útil que 
eres y estimulan tus tareas.

Tu meta por llegar a modelar y  ser reina, es un sueño de toda adolescente.  
Tus aspiraciones que también fueron las mías, no las podremos cumplir. 
Tal vez porque aun, mi alma no está preparada para asimilar que un hijo con Síndrome de Down, todo lo que tiene son sus padres.
Somos ricos. Gozamos de tu compañía y estamos orgullosos de ti. 

Dejamos pasar las vanidades para convertirnos en seres del común, 
                                                                   sencillos y humildes.
Lástima que no puedas comprender, a través de este escrito, mis palabras, mis sinceras frases, mis truncadas aspiraciones y la frustración de no ceñirte una corona...
Eres la reina de mis retos, la única causa de llevar una vida tranquila. 
Eres la necesidad de mi existir y la meta de mi ayuda a la humanidad, 
a través de tu blog. Eres la reina de la idea clara.

Ahora, estudiosa, para dar testimonio. 
Aunque no puedas leer, comprenderás con una frase corta de mis 
labios y un abrazo fuerte, un beso con amor profundo que te dirá:
¿SUSANITA, por ti, solo por ti acepto este nuevo reto que la vida me ofrece!

Si Dios me ha colocado aquí y permite este espacio abierto, 
seguiré aprendiendo y transmitiré lo que vaya descubriendo en ti.
Te ama,  Mamá                                     Sábado, julio l0 de l999, 7 a.m.

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