lunes, 13 de noviembre de 2017

No solo los padres ven “lindos” a sus hijos…

El 3 de noviembre, corriente, en los archivos personales 
de Susana, guardados con inmenso celo, encontré 
“La carta de Amparo Villa Macías”, 
escrita el 15 de marzo de 2002, cuando, como 
Asesora de la Oficina Jurídica del Jardín Botánico 
José Celestino Mutis, 
quiso dar a la niña, una /particular oportunidad/
Carta que busqué, antes de escribir Down al Vuelo 
sin el justo tiempo para releerla.
Me propongo divulgarla por segmentos para, 
después de quince años, enfatizar los sentimientos 
de algunos colombianos de buena voluntad y con 
Texto resaltado en: 
Color de hormiga”, 
despertar la aletargada 
mente de otros, y reflexionar.

Para esa época, atónitos por el texto, despertamos gratitud 
hacia el alma de Amparo, que con desinterés hizo que 
nuestra hija se sintiera útil, en un ámbito diferente al familiar.
Susana entendió lo que le explicamos del texto, 
en sueltas frases, por fortuna, 
los niños con Síndrome de Down 
son eminentemente INTUITIVOS.

“UNA NUEVA FLOR EN EL JARDÍN BOTÁNICO 
1ª  entrega 
 “Susanita no es cualquier persona, ella es una flor.
La conocí a través de uno de esos incidentes 
que incorrectamente solemos llamar de mala suerte, 
pero que solo después con el tiempo entendemos 
que no lo son porque los 
hilos del universo 
se mueven de manera perfecta, 
así no lo comprendamos”… 
Sigue: 2ª entrega.


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