martes, 18 de agosto de 2015

La hermandad

Ayer tarde, de camino para la misa de 6 p.m., escuché una 
amable voz que alegre nos mostraba a sus niños. 
Diana con entusiasmo decía: 
“Mira, mira, nosotros tenemos dos, se refería a su pequeño 
Samuel y a Lucía, su bebita.
Con enorme sorpresa se detuvieron mis pasos, 
eso sucede siempre que veo un niño con el Síndrome de Susana.
Nos saludamos, cambiamos información y estaremos en contacto
porque cuando hay comunión a este respecto surge como 
una “hermandad” entre los padres y yo.

Formulé, desconcertada una pregunta, que Roberto contestó en 
alimentadas palabras de amor, que acompañaba de una sonrisa.

Susana se despidió para adelantarse a su "trabajo", 
como ella denomina, acolitar la Eucaristía.

Nosotros, que ahora tenemos mucho para compartir, 
seremos parte informativa y de solidaridad, si Diana 
y Roberto lo permiten.

Gracias Señor por este encuentro de amor.