Los niños con Síndrome de Down necesitan motivación hacia “ciertas” responsabilidades, oficios y actividades.
Debemos hacerles sentir útiles, que formen parte integral de la familia, del grupo y de la sociedad.
En cualquier logro obtenido no debe haber exigencia a su desempeño.
Sin embargo, ser cautelosos en la orientación hacia toda tarea, con referentes que les de seguridad para el manejo y/o conocimiento en la labor.
Si se saben conocedores de lo aprendido, la toma de decisión, los libera de su dependencia, por tanto, debemos tener reserva de sus alcances.
“Son ávidos por hacerse notar y
comunicarse”.