Hay un bebé, en el salón pediátrico que ignora quién es, no sabe que experiencia viven sus padres a ese momento; es un niño con mayores necesidades que otros, no solo por el hambre y el sueño…
El nacimiento de un niño con Síndrome de Down toma por sorpresa a sus padres, temen que sus otros hijos nazcan con el mismo síndrome. La no ilustración al respecto, causa miedo. Lo esencial es llegar al conocimiento del caso específico en cada pareja.
De esta desconcertante situación, reaccionar, él o ella necesita ser “aceptado”, NO abortado.